jueves, 17 de noviembre de 2011

Las FARC y su argumento inútil


Desde hace 47 años las FARC sustenta su poder en los secuestros; aquellos realizados por sus tropas liberales cuyo objetivo principal (el de defender los derechos humanos de las injusticias del poder) se convirtió desde hace tiempo en una excusa para acabar con la paz de los pueblos más vulnerables de Colombia. Y esto es verificable gracias a las estadísticas. En la década pasada, entre 2002 y abril de 2006, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron responsables de 2.211 secuestros; en el 2002 se registraron 990, mientras que en el 2005, la cifra bajó a 198.  Fuente: Fondelibertad.  Entre sus víctimas no se encontraron gobiernistas, empresarios capitalistas, ni terratenientes, solamente; la gran mayoría de los secuestrados fueron, y hasta ahora lo son, campesinos y turistas que transitan por lo que ellos llaman “su territorio”.  Por ejemplo, entre enero y marzo del 2005 las víctimas del secuestro fueron 22 comerciantes, 15 empleados y 11 agricultores; además de ello optaron por dedicarse a robar ganado. Desde su origen, esta guerrilla ha dejado un saldo de 20 mil víctimas, de las cuales 705 son menores de edad y 6 mil 500 corresponden a civiles asesinados, entre los más relevantes – según un estudio realizado por la Fundación Victimas del Terrorismo en Colombia. Esto como producto del mal planteamiento y vacilación de lo que un día se hizo llamar “Ejército del Pueblo”.


Violencia que generó más violencia


Las FARC surgió por defender a la clase popular, especialmente rural, para realzar sus derechos y violentar contra los gobiernistas, en ese campo, conservadores (de derecha), influidos por el pensamiento comunista que yacía en aquel entonces por toda latinoamérica. Su situación y sus argumentos requirieron aceptación del pueblo, pero una década más tarde, con un número mayor de militantes, contaban con cerca de 2.000  hombres, empezó la lucha más que por defender al pueblo, defender la supervivencia del grupo. Así, los campesinos fueron obligados a dejar sus tierras bajo pena de muerte, sembrando droga en aquellos espacios, llevando a cabo asociaciones con otros grupos de narcotráfico perseguidos por autoridades.
El narcotráfico, posteriormente también en guerra frontal contra el estado para impedir el inicio de la posible entrega de sus miembros a Estados Unidos, decide tomar venganza contra la guerrilla y los campesinos simpatizantes.
Durante la década de los noventa el delito del secuestro se incrementó o surgió en países caracterizados por el caos interno, por la debilidad política, la corrupción de los gobiernos y la brecha creciente entre pobres y ricos; argumento por el cual las FARC aceleró la violación a la libertad.
La gráfica a continuación indica claramente el incremento progresivo de la cantidad anual de secuestros en las décadas de los 80s y 90s.





Los indígenas, campesinos, los desprotegidos


En este año se ha evidenciado que quienes llevan la peor parte siguen siendo los pobladores rurales, ello involucra a mujeres, niños, pescadores, indígenas, y personas naturales o civiles que viven en poblaciones pequeñas cercanas a la selva. Pero no solo quienes se encuentran en tierra están inseguros.
El 9 de septiembre de este año, un grupo de 15 pescadores y campesinos fueron interceptados en una lancha por otro grupo de guerrilleros.
En el intento por frenar la violencia guerrillera, militares colombianos se enfrentaron en un punto de la selva armados con metralletas a “acabar con un porcentaje de guerrilleros”, ese es el argumento. Pero el proceso más que luchar con las FARC, acaba con la paz en aquellos sectores testigos de estas pugnas.
El 26 de marzo de 2011, a las 2 y 25 de la mañana, en la vereda Gargantillas del Resguardo de Tacueyó, Municipio de Toribio, la policía nacional, con apoyo aéreo del “comando jungla antinarcóticos”, bombardeó un campamento del Sexto Frente de las FARC, de milicianos recién reclutados. Resultaron, según las fuentes publicadas, 16 muertos (la mayoría de ellos menores de edad) y 4 heridos por parte de los guerrilleros. “Los combates siguieron todo el día y la noche siguiente: por un lado los helicópteros y avionetas sobrevolaban la zona mientras la policía se quedaba con los cuerpos en el campamento destruido y, por otro lado, los guerrilleros disparaban en dirección del campamento desde lugares cercanos”, dijo un testigo.

Es evidente que el argumento de “defender a los desprotegidos” nunca tuvo una lógica resuelta en acciones. Que el término “revolucionarios” se apega a la violencia y más violencia solamente. El interés por seguir siendo la agrupación armada más antigua del mundo no deja que cesen los asesinatos, robos, sino más bien les atribuimos las características de rebeldes, y eso al parecer los incentiva más a manifestarse.

En noviembre de 1998, el gobierno colombiano concedió a las FARC el control de 40.000 kilómetros cuadrados del territorio nacional, y decisiones así han enaltecido a este grupo guerrillero, considerándose dueño de las políticas nacionales que lo único que han logrado es la desunión nacional colombiana, querellas que los pueblos subalternos no pueden solucionar, con la esperanza de que las autoridades lo hagan. Los ejemplos anteriores son los más actuales, y eso significa que todavía hay un sinnúmero de colombianos persistiendo a esta lucha bélica, mientras otros  han optado por huir de aquel lugar. “Ya no quiero volver más, allá estoy desprotegida” – exiliada colombiana.





2 comentarios:

  1. Bueno, creo que en primer lugar que si bien es cierto la guerrilla colombiana fundada hace mas de 3 décadas ha dejado atas las ideologías políticas con las que crecieron como lo es el marxismo y leninismo, hay que ser claros al momento de definir "que defiende al pueblo" porque como también sabemos hay ejércitos especializados en la lucha contra las guerrillas, estos son los llamados paramilitares y también influyen sobre los poderes políticos, para crear a raíz y excusa de las Farc narco-terrorismo, narco-politica, siendo Colombia el principal blanco de estas tendencias que no hacen mas que perjudicar a los habitantes rurales y de la urbe

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  2. Los indígenas, campesinos, los desprotegidos la FARC ha matado y ha secuestrado mucha gente inocente

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