jueves, 2 de febrero de 2012

jueves, 12 de enero de 2012

Las leyes que cambiarán el mundo

jueves, 5 de enero de 2012

Las protestas 2010-2011

"Tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena..." Martin Luther King




"El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra." Karl Marx

La situación actual en el mundo está llegando a límites desconocidos para la mayoría de la población. El control de la economía por parte de una minoría poderosa sumado a su deficiente y avaricioso modus operandi, cuyos estragos estamos pagando entre todos, han conseguido despertar a una parte importante del pueblo. La gente está cansada de trabajar más (los que tienen la suerte de conservar su empleo) y ver como cada vez ganan menos, y lo poco que ganan y repercuten en las finanzas nacionales va destinado a sufragar los rescates millonarios de los bancos que, poco más o menos, se ríen en la cara de todos mientras se embolsan sueldos astronómicos y viven en un universo irreal y paralelo al del resto de mortales. Los políticos, meros títeres a la merced de los banqueros, no están dando la cara por sus electores (que, además, son los que pagan sus salarios), y se han ganado el descontento generalizado de la ciudadanía. Son cómplices, testigos y mantenidos, lo cual me genera la duda de si son igual de culpables o incluso más que el resto.

lunes, 2 de enero de 2012

El sistema ¿qué es lo que no funciona?

¿Qué es lo que está mal? ¿Por qué hay que cambiar el sistema? La respuesta es: Porque somos esclavos.



TODO ES MENTIRA

El primer paso para un análisis correcto de la realidad es aceptar que todo es mentira. Si no partimos de esta premisa, seremos incapaces de llegar a conclusiones correctas. Hay que dudar de todo para entenderlo todo. No estamos obligados a admitir lo dado, incluyendo ideas, leyes, costumbres e instituciones, por mera inercia, renunciando con ello a valorar si nos sirven, lo que es lo mismo que renunciar al pensamiento.

Nos han amputado la capacidad de formularnos preguntas que resultan perfectamente naturales pero que ya no surgen porque las fuentes del pensamiento crítico han sido desecadas con toda intención en nuestros cerebros.
Las cárceles, los policías, los carros de combate en las plazas públicas, todo eso quedó anticuado. La cárcel está dentro, en la profundidad de nuestro pensamiento, que sólo por ignorancia creemos nuestro.

Sostengo que todo es mentira, incluyendo las declaraciones solemnes de dignidad y libertad individuales, y que el ciudadano se ha transformado en tornillo de una gran maquinaria cuyo fin es perpetuar la dominación y propiciar que una minoría pueda amasar un poder inmenso a costa del resto.



CREANDO AL ENEMIGO

Nada proporciona tanta cohesión social como un enemigo común. De conformidad con ello, en la democracia occidental hemos generado un interesante sistema de referencias. Nos definimos a nosotros mismos por nuestros valores de dignidad y respeto al individuo y sobre todo por nuestra repugnancia ante los sistemas autocráticos. Al repetir continuamente que estamos en frente y en contra de toda dictadura, alejamos la sospecha de que nuestro propio sistema pueda ser también una dictadura.

Al mismo tiempo, ese sistema de referencias conduce al sentimiento de que el único refugio posible contra el peligro de la dictadura es nuestro sistema. Quienes nos dominan y nos controlan han desarrollado la fórmula idónea para que abracemos, convencidos, la dictadura encubierta como único amparo posible contra la dictadura manifiesta.



DISPONIENDO LA ESCENOGRAFÍA

El sistema nos proporciona apariencias convenientes para que creamos que vivimos en una sociedad justa. Tenemos textos constitucionales que protegen ciertos derechos básicos y gozamos de la posibilidad de discrepar, en especial siempre que lo hagamos de forma razonable y prudente. El aborrecimiento que el sistema profesa hacia todo sistema totalitario forma parte de la misma escenografía. Si no existieran esas moderadas dosis de libertad, el sistema no sería creíble. Resulta imprescindible escenificar el derecho a la discrepancia, la posibilidad de rebeldía y la existencia de autonomía personal, para que nos convenzamos de que la democracia parlamentaria en el seno de una economía de mercado es el mejor sistema posible, de que no cabe esperar nada más y de que cualquier aventura que no respete esos patrones es como asomarse al abismo y terminará mal.

Nuestra democracia nos ofrece un catálogo de derechos y libertades que en unos casos constituyen
una mera formalidad y en otros una simple mentira que no es más que una pequeña parte de la mentira general. Estas mentiras son los ladrillos de un decorado hecho para crear la ilusión de que somos socialmente felices y de que todo va bien.




Texto por:

Todo es mentira
Breve compendio de ideas sobre el sistema
© José Ortega 2010

Puedes descargar desde aquí el documento completo: http://ff.im/K64ti

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lunes, 19 de diciembre de 2011

¿China sigue siendo comunista? Ellos dicen que sí


Cuando el periodista Andrés Oppenheimer en su libro “Basta de historias” afianza la doctrina capitalista China como la más acertada para abarcar el mercado mundial, no está equivocado. El gobierno chino advierte la necesidad de miles de gerentes y administradores (75.000 exactamente) para la próxima década, (ya hay creadas 126 universidades de negocios) quienes se encargarán de seguir enriqueciendo el monopolio económico creado por el Partido Comunista, el cual evidencia el disfraz que esconde al potente capitalismo que gobierna la nación. 

Esta China comunista, revolucionaria, liberadora, que en sus comienzos (1921) estuvo caracterizada por intensas campañas de reformas económicas e ideológicas como el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural, fue repentinamente maniobrada por ideólogos de tipo capitalista, por lo que el sentido político primordial se degradaba. Suerte! China cambió, estaba logrando construir edificios inexistentes en los colegas países. China se convertiría en un país habitado por rascacielos que, como al escritor antes mencionado, sorprendería por la presencia de grúas trabajando día y noche como “aviones avanzando en la oscuridad”.
Con esto queda más que escondido el rol del llamado Partido Comunista, el cual ya está pensando en su próximo sucesor. 
Si bien existe el dicho “no se puede tapar el sol con un dedo”, habrá que aceptar que tampoco se puede invertir en salud antes que en tecnología, al menos así lo descifra su gobierno que, desde hace más de dos décadas ha confiado en el futuro del pueblo gracias al esfuerzo de las familias quienes por ejemplo tienen que trabajar largas horas para colocar a sus hijos en las mejores escuelas del país y terminar en las mejores universidades; confiando así mismo en las estrategias de entidades privadas para asegurar su lugar en el ranking de las potencias mundiales.
Definitivamente China enseña capitalismo, así lo describen muchos medios, lo dicen paradójicamente exaltando los edificios, las luces, el mercado, los negocios de las grandes ciudades, olvidándose de quienes no están en vueltos en las urbes. El reduccionismo del buen vivir al vivir sujetos al incentivo económico, “innovador” que aspiran las entidades capitalistas son bárbaras. Sin duda China está dando una lección que representa la vida apurada del ser humano, sujeto a su sociedad sesgada por un objetivo: tener más que… ,  ser más que… , producir más que …, así esto conlleve a consumirnos.










Por: Narcisa Rendón